INFECCION DEL TRACTO URINARIO.
Infección del tracto urinario.
• La ITU se define como la colonización, invasión y multiplicación de microorganismos patógenos, especialmente bacterias (bacteriana), de las vías urinarias y su posterior aparición en orina. Con frecuencia, el aparato urinario humano se encuentra colonizado por bacterias, pero en pequeñas cantidades, que están controladas por el sistema inmune para que no lleguen a extenderse ni a multiplicarse en exceso. Cuando por diferentes motivos, el organismo disminuye su capacidad defensiva y estas bacterias son capaces de reproducirse, la infección aparece y provoca síntomas en el paciente. Además de bacteriana, las ITUs pueden estar producidas también por: hongos, virus y parásitos, aunque estas provocan infecciones más excepcionalmente.
• La infección del tracto urinario (ITU), además de ser la enfermedad más común del aparato urinario en personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores, supone en la actualidad un importante problema de salud pública debido a su elevada frecuencia, tanto a nivel general como hospitalario.
¿Sabías que...?
• En los últimos años se observa un aumento tanto de la repetición y cronicidad de estas infecciones como de la resistencia a los antibióticos de uso común, y también por la aparición de microorganismos patógenos multirresistentes de muy difícil control. Todo esto ha hecho que el tratamiento de la ITU se convierta en un problema de difícil manejo que aconseja una revisión continuada de las principales pautas terapéuticas recomendadas, además de recomendar un uso más racional de los antibióticos.
Según su localización, las podemos clasificar en:
• Infecciones urinarias altas como la pielonefritis (cuando el órgano afectado es el riñón (pelvis y parénquima renal) y los uréteres).
Infecciones urinarias bajas entre las que se encuentran:
• Cistitis (afecta a la vejiga).
• Uretritis (afecta a la uretra).
• La mayoría de las infecciones urinarias son causadas por gérmenes de la propia flora intestinal del paciente que colonizan la vagina y región periuretral e invaden el sistema urinario. Generalmente son bacilos Gram negativos, los cuales poseen una gran plasticidad genética para expresar y adquirir determinantes de resistencia a los antimicrobianos, planteando un desafío al clínico. Microorganismos que aparecen más frecuentemente en los cultivos.
• Los diferentes microorganismos que aparecen más frecuentemente en los cultivos son: Escherichia coli, Staphylococcus saprophyticus, Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae, Enterococcus faecalis, Enterobacter, Serratia, Pseudomona aeruginosa y excepcionalmente Salmonella y Shigella. La E. coli, una bacteria que habita de forma habitual en el intestino y que posee unos filamentos o pelos que le permiten adherirse a la pared de la vejiga y evitar ser eliminada durante la micción, siendo responsable del 85 % de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, el 70 % de las infecciones no complicadas del adulto y el 50 % de las infecciones en general.
¿Por dónde penetran los gérmenes?
Los gérmenes pueden colonizar el tracto urinario a través de diversas vías: Vía ascendente.
• Es la más frecuente. Los gérmenes penetran a través de la uretra y, ascendiendo, pueden alcanzar vejiga, próstata y riñón. En el hombre, a veces, por el conducto deferente, pueden llegar al epidídimo. Esta vía explica la mayor frecuencia de afectación en la mujer, ya que presenta una uretra más corta y fácil de colonización vaginal por gérmenes fecales. Vía directa.
• Se produce por una manipulación instrumental de la vía urinaria (sondaje vesical, cistoscopia, etc.). Vía hematógena.
• Cuando la llegada de los gérmenes al aparato urinario se realiza por la sangre. Esta vía es excepcional (inferior al 3 %).
• Existen una serie de factores que pueden facilitar la aparición de estas infecciones: obstrucción del flujo de orina por la existencia de piedras o anomalías en las vías urinarias, personas sometidas a exploraciones con sondas o catéteres urinarios, inflamación de la próstata, situaciones que disminuyen las defensas generales del organismo o enfermedades como la diabetes.
¿Sabías que...?
• Estas infecciones son más frecuentes en las mujeres debido a las características anatómicas (uretra más corta y próxima a la región anal y genital), también en relación con la actividad sexual debido a contusiones de la uretra durante el coito, y durante el embarazo, debido a los cambios hormonales y la presión del útero sobre las vías urinarias, que dificulta la evacuación completa de la orina, y puede así favorecer la infección. También son más propensas a padecer estas infecciones las personas mayores, sobre todo si tienen alteraciones neurológicas que les dificulta controlar voluntariamente la vejiga. En los varones, la infección prostática persistente puede ser causa de infecciones urinarias de repetición.
CISTITIS.
• Es la infección más frecuente del tracto urinario inferior que afecta a 2 de cada 100 personas, principalmente a las mujeres y a los hombres de edad avanzada debido a un vaciado incompleto de la vejiga.
Se caracteriza por presentar:
• Disuria: es una sensación de dolor, escozor o quemazón al paso de la orina por la uretra, exacerbado en el momento de finalizar la micción y manteniendo deseos reiterados de orinar.
• Tenesmo: es sensación permanente y urgente de miccionar inmediatamente después de finalizar la misma.
• Polaquiuria: consiste en el aumento del número o frecuencia de micciones con secreción de pequeñas cantidades de orina debido a un estado de hiperexcitabilidad de la mucosa vesical por el proceso inflamatorio-infeccioso. Puede ser diurna y/o nocturna. • Ocasionalmente pueden referir molestia o dolor suprapúbico por encima de la vejiga y en parte inferior de la espalda.
• Suele ser de comienzo súbito y ausencia de fiebre. Los niños pequeños con infecciones de las vías urinarias pueden presentar únicamente fiebre o ningún síntoma en absoluto.
• La orina con mal olor y color anormal (orina turbia) y en el sedimento urinario puede haber piuria, hematuria o bacteriuria.
• Otros síntomas que pueden asociarse con la cistitis y complicarse con el desarrollo de una infección urinaria alta si no se trata inmediatamente son: dolor durante el acto sexual, dolor en el costado, fiebre leve y escalofríos, vómitos, falta de apetito, fatiga y debilidad.
MEDIDAS GENERALES QUE DEBEN COMPLEMENTAR EL TRATAMIENTO BIOLOGICO.
• Beber abundantes líquidos (2 litros diarios).
• No retrasar la micción cuando se tengan ganas.
• Higiene adecuada tras la defecación. Limpiarse la zona perineal siempre de delante hacia detrás.
• Utilizar ropa interior de algodón.
• Se recomienda limpiarse los genitales antes y después de mantener relaciones sexuales y vaciar la vejiga tras el coito, para favorecer el arrastre de posibles gérmenes.
• La higiene de la zona genital es fundamental para evitar las infecciones, pero no es conveniente excederse en la misma. Utilizar jabones neutros.
• Mejor la ducha que el baño.
• No tomar líquidos que irriten la vejiga, como el alcohol y la cafeína.
• Consumir preparados con probióticos ayuda a mantener el equilibrio de la flora habitual impidiendo que la zona genital sea colonizada por los gérmenes que producen con más frecuencia las infecciones urinarias.
• Corregir, si se puede, los factores predisponentes y etiológicos de la infección urinaria (obstrucción, vejiga neurógena, cálculos, etc.).
• Evitar los espráis íntimos, ya que pueden irritar la uretra.
• Se recomienda tomar zumo de limón diluido al 50 % con caldo de cebolla y de puerro.
• En el hombre, en caso de recidivas, se debe pensar en una patología prostática asociada.
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Miguel Ángel Clemente Nieto (Aux de enfermeria, Naturópata, Socio Cofenat nº 1473).