Normacid. Caja de 32 comprimidos de 1320 mg
Normacid comprimidos.
Ayuda a neutralizar la acidez de estómago favoreciendo el normal funcionamiento de las enzimas digestivas, ayudando a prevenir la acidez estomacal tras la ingesta de comidas pesadas.
Normacid comprimidos. Caja de 32 comprimidos de 1320 mg.
- Eficaz complemento alimenticio que ayuda a neutralizar la acidez excesiva y la sensación de pesadez. Su contenido en sales minerales, calcio, magnesio y patata liofilizada hacen de él un eficaz e innovador producto apto para todas aquellas personas con problemas digestivos tras las comidas.
- Con patata liofilizada, calcio, magnesio y potasio. El calcio contribuye al normal funcionamiento de las enzimas digestivas.
- Ayuda a neutralizar la acidez.
- Normacid comprimidos, favorece el normal funcionamiento de las enzimas digestivas, ayudando a prevenir la acidez estomacal tras la ingesta de comidas pesadas.
- Sin aluminio.
- Con calcio y magnesio.
Composición-Ingredientes Por comprimido:
- Carbonato cálcico, estabilizante: celulosa microcristalina, citrato potásico, hidróxido de magnesio, estabilizante: fosfato dicálcico, patata cruda liofilizada (Solanum tuberosum L, tubérculo) (71,75 mg), estabilizante: goma guar, antiaglomerante: dióxido de silicio, corrector de acidez: ácido cítrico, aroma, antiaglomerante: sales magnésicas de ácidos grasos, edulcorante: taumatina.
Modo de empleo-Consejos de uso.
- Tomar 1 comprimido 3 veces al día.
- Masticar o deshacer 1 comprimido en la boca entre media hora y una hora después de las principales comidas.
- Conservar en lugar seco y fresco.
Recomendaciones.
- Manténgase fuera del alcance de los niños.
- No utilizar como sustituto de una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable.
- No superar la dosis expresamente recomendada.
La composición de nuestros productos se actualiza periódicamente. Por favor, consulte el etiquetado del producto para confirmar que se adapta a sus necesidades.
Qué es la liofilización de alimentos Por Téc. Magali Parzanese Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca La liofilización es una técnica de conservación de alimentos basada en el desecado de determinados materiales por medio de la sublimación del agua contenida en éstos. Consiste en congelar el producto y posteriormente remover el hielo por sublimación, aplicando calor en condiciones de vacío. De esta forma se evita el paso a la fase líquida del agua contenida en el alimento. En general este método constituye un efectivo sistema de preservación de elementos biológicos tales como células, enzimas, vacunas, virus, levaduras, sueros, algas, y alimentos. Todos estos contienen sustancias volátiles o termosensibles que no se ven afectadas por este proceso, puesto que se trabaja a temperaturas y presiones reducidas. Lo más importante del método es que no altera la estructura fisicoquímica del producto y permite su conservación sin cadena de frío, ya que su bajo porcentaje de humedad permite obtener una elevada estabilidad microbiológica. Asimismo, el hecho de no requerir refrigeración facilita su distribución y almacenamiento. El proceso de liofilización tiene sus orígenes en el Imperio Inca, en el altiplano andino a 4000 m sobre el nivel del mar. Allí los pobladores elaboraban -y continúan haciéndolo- un producto denominado Chuño, resultado de la deshidratación de la papa. La técnica consiste en dejar las papas cosechadas sobre el suelo, de manera que durante la noche se congelen como consecuencia de las muy bajas temperaturas, y durante el día el sol y el viento seco crean las condiciones necesarias para que se produzca el cambio de estado del agua desde el sólido al vapor, sin mediar la fase líquida. Con el paso de los años este procedimiento se desarrolló industrialmente integrando dos métodos de conservación ampliamente utilizados: la congelación y la deshidratación. El desarrollo comercial del proceso se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, ya que se empleó para conservar plasma sanguíneo y en la preparación de los primeros antibióticos de penicilina. Años después, alrededor de 1960, comenzó a utilizarse en una gran variedad de productos, entre ellos los alimentos. Actualmente la liofilización se aplica en industrias farmacéuticas, para preservar antibióticos y vacunas (por ejemplo la antisarampionosa), plasma, hemoderivados, vitaminas, extractos, leche materna y otros. En la industria química, se emplea en la preparación de catalizadores, secado de materiales orgánicos, preservación de animales (taxidermia), conservación de documentos y libros antiguos. En relación a la industria de los alimentos, primero comenzó a utilizarse en la elaboración de productos especiales para montañistas, astronautas, bases militares y otros de usos similares. Sin embargo, desde hace tiempo, se comercializan productos liofilizados tanto como ingredientes industriales como para el consumidor en general, ampliándose así el mercado de estos productos con alto valor agregado. Aplicaciones en la industria de los alimentos La liofilización permite extraer más del 95% del agua contenida en un alimento, lo que se traduce en un gran beneficio con relación al costo del transporte, ya que permite cargar mayor cantidad de mercadería sin necesidad de recurrir a la cadena de frío (se logra un producto más estable microbiológicamente). Al finalizar el proceso de liofilización, el alimento se convierte en una estructura rígida que conserva la forma y el volumen pero con peso reducido, preservando sus características nutritivas y organolépticas. Al rehidratarlo se recuperaran la textura, el aroma y el sabor original. Tabla 1. Ejemplos de productos alimenticios que se tratan mediante liofilización.